sábado, 20 de junio de 2015

La historia de este blog.

Por Virginia Battisti.

Hace casi cinco meses nació Filippo Luigi. Un niño chiquitín, ya que nació de 7 meses y medio, y con una gran curiosidad hacia el mundo. Como mamá primeriza creo que leí todo lo que se podía leer acerca del bebé: los horarios, el sueño, las enfermedades, el desarrollo, y claramente, la comida. Solo pude darle pecho por un mes, en niño no crecía y empecé con la formula, una linda y biológica comprada en Italia. Claro que lo sentí, ahora con toda esta onda de la crianza con apego si no das teta por dos años está muy mal, pero en fin. Filippo creció, todos felices, él con su biberón, yo con él y su biberón.
Aprendí también que los pediatras hacen mucho terrorismo psicológico: que no crece, que los percentiles, que el peso, que la estatura, que no sé que. Yo aprendí a creer, junto con todos los libros que leí, que el instinto de la mamá es lo que hace crecer bien un niño. Si el niño come, es feliz, duerme, que pese 200 gramos menos de lo que tendría que pesar no me parece un drama. Ahí está; más que crianza con apego la mía es “Crianza Sin Dramas”. O sea, no me voy a estresar porqué soy mamá, lo importante es que mi hijo esté feliz.
En fin, yo soy italiana y vivo en Perú, pero prefiero los métodos de crianza un poco más europeos, que me parecen en general más flexibles y con menos paranoias. Algo que no entendía era porqué el pediatra me decía que hasta el sexto mes NADA DE COMIDA. Como, pensaba yo: en Italia el destete empieza al cuarto mes; y sinceramente los italianos son una población bien saludable, entre los más saludables del mundo. Yo empecé a comer a los 4 meses y medio, mi hermano a los cuatro meses. Una cucharada de manzana, media tacita de zanahoria, justo para aprender sabores nuevos y familiarizar con la cuchara.
Dos de mis libros favoritos "La grande enciclopedia del niño"  y  “El libro del sentido común del cuidado de bebés y niños” de Benjamin Spock (sí, sé que es un poco viejito) daban una serie de indicaciones para cuando empezar el destete que nada tenían a que ver con la edad biológica, sino con cuando el niño estaba listo: esto me pareció tener mucho más sentido común que la regla de los 6 meses. Filippo empezó a tener todo el día, constantemente, las manos en la boca, querer sentarse solito, y llorar después de cada biberón por hambre. Todas indicaciones que, según mis guru de la puericultura, querían decir que el niño estaba listo.
Ya, me lancé: compré yogurt biológico, galletas integrales con miel, herví una manzana, mezclé todo en un bol, y con mi cucharita de silicona intenté darle de comer, un domingo al mediodía. Comió todo, feliz, sin escupir, sin vomitar, y haciendo gorgoteos cada vez que me demoraba demasiado a darle otra cucharadita.
Así empezó; cuando mi hijo me dio señales y yo, en mi corazón de mamá, pensé que sí, estaba listo para comer. Sin demasiado estress ni traumas. Ahora tiene 5 meses, son dos semanas que come y estamos todos felices.
Resulta también que el papá de Filippo, Israel, es chef. Y su niñera, Alessandra, es cocinera; y su tía Margaret nutricionista. Así que nosotras chicas pensamos: porqué no abrir un blog? Con consejos, recetas para papillas, opiniones y artículos acerca de la alimentación del bebé? Y aquí estamos, con cucharitacorazón, para crear un espacio donde poder encontrar recetas fáciles y ricas para que sus repollos empiecen a comer con amor.

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